Este blog quiere ser un ahora, QUIERO
CONCEDERME LA LIBERTAD DE SER QUIEN
SOY, sin verme obligada a satisfacer las expectativas ajenas, mostrarme tal cual soy, sin engaños. Este blog quiere ser un guiño a los que sienten sin miedo...me apetece crear mi propio
espacio donde
NO HAYA PUDOR
a expresar lo que se siente...hoy, que no ayer ni mañana.
RECITAL de "LA BARRACA" : SONATA DE AMOR Y LIBERTAD.....Rafael Amor.
Fecha: 20 de Mayo. Villaviciosa. El grupo póetico La Barraca de Villaviciosa, actuara en el Teatro Riera de Villaviciosa el próximo jueves 20 de Mayo a las 8 de la tarde, con un recital poético del cantautor Argentino Rafael Amor, colaborador y amigo del conocido artista Alberto Cortez y con una gran trayectoria en la poesía comprometida de mediados y finales del siglo XX. Será un recital muy actual, conmovedor, con temas que no dejaran indiferentes a los asistentes.
HAY TANTAS COSAS QUE MIS LABIOS QUIERE DECIROS....
"Cada vez que te dejo retengo en mis oídos el resplandor
de tu última palabra.
En el silencio que invade mi cuarto
nada se oye
entonces...
mi pensamiento se clava en ti."
.
Poema Petición
Vestime de amor que estoy desnuda; que estoy como ciudad -deshabitada- sorda de ruidos, tiritando de trinos, reseca hoja quebradiza de marzo.
Rodeame de gozo que no nací para estar triste y la tristeza me queda floja como ropa que no me pertenece.
Quiero encenderme de nuevo olvidarme del sabor salado de las lágrimas -los huecos en los lirios, la golondrina muerta en el balcón-.
Volver a refrescarme de brisa risa, reventada ola mar sobre las peñas de mi infancia, astro en las manos, linterna eterna del camino hacia el espejo donde volver a mirarme de cuerpo entero, protegida tomada de la mano, de la luz, de grama verde y volcanes; lleno mi pelo de gorriones, dedos reventando en mariposas el aire enredado en mis dientes, retornando a su orden de universo habitado por centauros. Vestime de amor que estoy desnuda. (...de Gioconda Belli)
Dios te hizo hombre para mí. Te admiro desde lo más profundo de mi subconsciente, con una admiración extraña y desbordada que tiene un dobladillo de ternura.
Tus problemas, tus cosas me intrigan, me interesan y te observo mientras discurres y discutes hablando del mundo y dándole una nueva geografía de palabras
Mi mente está covada para recibirte, para pensar tus ideas y darte a pensar las mías; te siento, mi compañero, hermoso juntos somos completos y nos miramos con orgullo conociendo nuestras diferencias
sabiéndonos mujer y hombre y apreciando la disimilitud de nuestros cuerpos. (de Gioconda Belli)
Sólo en sueños, sólo en el otro mundo del sueño te consigo, a ciertas horas, cuando cierro puertas detrás de mí. ¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan, y ahora estoy preso en su sortilegio, atrapado en su red! ¡Con qué morboso deleite te introduzco en la casa abandonada, y te amo mil veces de la misma manera distinta! Esos sitios que tú y yo conocemos nos esperan todas las noches como una vieja cama y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen. Me gusta decirte lo de siempre y mis manos adoran tu pelo y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre. Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo, y con mi mano en tu boca, te busco y te busco. A veces lo recuerdo. A veces sólo el cuerpo cansado me lo dice. Al duro amanecer estás desvaneciéndote y entre mis brazos sólo queda tu sombra.
"¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras me dirás que te amo? Esto es urgente porque la eternidad se nos acaba..."
JAIME SABINES. MEXICO, 1926 ...su verso sentido y sensual, nos hacen viajar por un mundo de realidades vividas.
LA LUNA..
ESPERO CURARME DE TI
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad. ¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
Estas noches de luna llena escucho una voz que sale de lo más profundo de mi ser..................................LA OTRA CARA DE LA LUNA
La mujer que regresa a la naturaleza instintiva y creativa, volverá a la vida. Sentirá deseos de jugar. Para ello habrá que decir basta a muchas cosas…renunciar a otras y tendrá que quemarse y sentarse encima de la mujer de antaño que creía ser. Hoy brindo por esa naturaleza salvaje, sé que para ello habrá que permanecer abierta a todo…aunque esta apertura haga que tus límites sean más vulnerables y te deje expuesta a las lesiones del alma.
Hoy sé que para vivir hay que arriesgarse a la ilusión de poder perderlo todo. Ese riesgo que encierra el miedo al juicio, el miedo al rechazo, el miedo al abandono y, por encima de todos los miedos: el miedo a la libertad.
Sé que cada beso, cada caricia, cada ternura, cada abrazo, cada expresión nacida de mi luz u oscuridad que no doy, es un juicio contra mi misma. Mi propio rechazo, mi abandono mío. Sé que soy yo la única responsable de mi vida. Que nadie me abandona sin haberme abandonado yo antes. Que la libertad que tanto busco está en mi y no en el otro. Que sólo podré alcanzarla desde mi. Es como lanzarse al vacío. Sentir que no hay nada ni nadie a quien agarrarse. La certeza de que sólo existo yo.
NO ME ARREPIENTO DE NADA
No me arrepiento de nada Desde la mujer que soy, a veces me da por contemplar aquellas que pude haber sido; las mujeres primorosas, hacendosas, buenas esposas, dechado de virtudes, que deseara mi madre. No sé por qué la vida entera he pasado rebelándome contra ellas. Odio sus amenazas en mi cuerpo. La culpa que sus vidas impecables, por extraño maleficio, me inspiran. Reniego de sus buenos oficios; de los llantos a escondidas del esposo, del pudor de su desnudez bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo, me miran desde el interior de los espejos, levantan su dedo acusador y, a veces, cedo a sus miradas de reproche y quiero ganarme la aceptación universal, ser la "niña buena", la "mujer decente" la Gioconda irreprochable. Sacarme diez en conducta con el partido, el estado, las amistades, mi familia, mis hijos y todos los demás seres que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable entre lo que debió haber sido y lo que es, he librado numerosas batallas mortales, batallas a mordiscos de ellas contra mí -ellas habitando en mí queriendo ser yo misma- transgrediendo maternos mandamientos, desgarro adolorida y a trompicones a las mujeres internas que, desde la infancia, me retuercen los ojos porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños, porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable, que se enamora como alma en pena de causas justas, hombres hermosos, y palabras juguetonas. Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada, e hice el amor sobre escritorios -en horas de oficina- y rompí lazos inviolables y me atreví a gozar el cuerpo sano y sinuoso con que los genes de todos mis ancestros me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones. No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf. Pero en los pozos oscuros en que me hundo, cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos, siento las lágrimas pujando; veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo, blandiendo condenas contra mi felicidad. Impertérritas niñas buenas me circundan y danzan sus canciones infantiles contra mí contra esta mujer hecha y derecha, plena.
Esta mujer de pechos en pecho De cuerpo grácil y paso firme que, por mi madre y contra ella, me gusta ser.