Me apetecía trasgredir mis propios prejuicios y dedicarle a "mi españa" una entrada.
Nos empeñamos en dividirla en dos, en tres, en mil fronteras, defendiendo beligerantemente nuestro pedacito de pequeños invasores que nos inoculan en nuestro pensamiento los mafiosos del “politiqueo”. Yo me pregunto por qué ese afán de dividir, limitar y prohibirrnos abarcarla entera, cuando, en toda su extensión, de norte a sur, de este a oeste, madre España, es maravillosa.
Reconocerlo nos permite disfrutarla en toda su riqueza.
Miguel Hernández habla así de ella en su poema: MADRE ESPAÑA
Abrazado a tu cuerpo como el tronco a su tierra,
con todas las raices y todos los corajes,
quien me separara, me arrancara de ti, madre?
con todas las raices y todos los corajes,
quien me separara, me arrancara de ti, madre?
Hermanos: defendamos su vientre acometido,
hacia donde los grajos crecen de todas partes, pues
para que las malas alas vuelen, aun quedan aires.
hacia donde los grajos crecen de todas partes, pues
para que las malas alas vuelen, aun quedan aires.
Echad a las orillas de vuestro corazon el
sentimiento en limites, los afectos parciales.
Son pequeñas historias al lado de ella, siempre grande.
sentimiento en limites, los afectos parciales.
Son pequeñas historias al lado de ella, siempre grande.
Y, otro grande, nos lo cuenta a su manera tan particular (siempre genial, por cierto): Joaquín Sabina, con su MATER ESPAÑA.