martes, 22 de mayo de 2012

PERDÓN...pero no he podido evitarlo.


Hoy estoy de huelga, pero hay cosas que merecen el levantamiento de la misma y es, cuando se añaden pinceladas de cordura y reconocimiento a nuestro paisaje escolar tan desolador, por cierto.
Por eso os dejo unas líneas escritas por el periodista Carles Capdevilla:



UNA SIESTA DE DOCE AÑOS

"Educar debe de ser una cosa parecida a espabilar a los niños y frenar a los adolescentes. Justo lo contrario de lo que hacemos: no es extraño ver niños de cuatro años con cochecito y chupete hablando por el móvil, ni tampoco lo es ver algunos de catorce sin hora de volver a casa. Lo hemos llamado sobreprotección, pero es la desprotección más absoluta: el niño llega al instituto sin haber ido a comprar una triste barra de pan, justo cuando un amigo ya se ha pasado a la coca.

Sorprende que haya tanta literatura médica y psicopedagógica para afrontar el embarazo, el parto y el primer año de vida, y que exista un vacío que llega hasta los libros de socorro para padres de adolescentes, esos que lucen títulos tan sugerentes como Mi hijo me pega o Mi hijo se droga. Los niños de entre dos y doce años no tienen quien les escriba. Desde que abandonan el pañal (¡ya era hora!) hasta que llegan las compresas (y que duren), desde que los desenganchas del chupete hasta que te hueles que se han enganchado al tabaco, los padres hacemos una cosa fantástica: descansamos. Reponemos fuerzas del estrés de haberlos parido y enseñado a andar y nos desentendemos hasta que toca irlos a buscar de madrugada a la disco. Ahora que al fin volvemos a poder dormir, y hasta que el miedo al accidente de moto nos vuelva a desvelar, hacemos una siesta educativa de diez o doce años.

Alguien se estremecerá pensando que este período es precisamente el momento clave para educarlos. Tranquilo, que por algo los llevamos a la escuela. Y si llegan inmaduros a primero de ESO que nadie sufra, allá los esperan los colegas de bachillerato que nos los sobreespabilarán en un curso y medio, máximo dos.

Al modelo de padres que sobreprotege a los pequeños y abandona los adolescentes nadie los podrá acusar de haber fracasado educando a sus hijos. No lo han intentado siquiera. Los maestros hacen algo más que huelga o vacaciones, y la educación es bastante más que un problema.

Pido perdón tres veces: por colocar en un título tres palabras tan cursis ypasadas de moda, por haberlo hecho para hablar de los maestros, y, sobre todo sobre todo, porque mi idea es -lo siento mucho- hablar bien de ellos. Sé que mi doble condición de padre y periodista, tan radical que sus siglas son PP, me invita a criticarlos por hacer demasiadas vacaciones (como padre) y me sugiere que hable de temas importantes, como la ley de educación (es lo mínimo que se le pide a un periodista esta semana).

Pero estoy harto de que la palabra más utilizada junto a escuela sea ‘fracaso’ y delante de educación acostumbre a aparecer siempre el concepto ‘problema’, y que ‘maestro’ suela compartir titular con ‘huelga’. La escuela hace algo más que fracasar, los maestros hacen algo más que hacer huelga (y vacaciones) y la educación es bastante más que un problema. De hecho es la única solución, pero esto nos lo tenemos muy callado, por si acaso. Mi proceso, íntimo y personal, ha sido el siguiente: empecé siendo padre, a partir de mis hijos aprendí a querer el hecho educativo, el trabajo de criarlos, de encarrilarlos, y, mira por donde, ahora aprecio a los maestros, mis cómplices. ¿Cómo no he de querer a una gente que se dedica a educar a mis hijos? Por esto me duele que se hable mal por sistema de mis queridos maestros, que no son todos los que cobran por hacerlo, claro está, sino los que son, los que suman a la profesión las tres palabras del título, los que mientras muchos padres se los imaginan en una playa de Hawái están encerrados en alguna escuela de verano, haciendo formación, buscando herramientas nuevas, métodos más adecuados.

Os deseo que aprovechéis estos días para rearmaros moralmente. Porque hace falta mucha moral para ser maestro. Moral en el sentido de los valores y moral para afrontar el día a día sin sentir el aprecio y la confianza imprescindibles. Ni los de la sociedad en general, ni los de los padres que os transferimos las criaturas pero no la autoridad. ¿Os imagináis un país que dejara su material más sensible, las criaturas, en sus años más importantes, de los cero a los dieciséis, y con la misión más decisiva, formarlos, en manos de unas personas en quienes no confía?

Las leyes pasan, y las pizarras dejan de ensuciarnos los dedos de tiza para convertirse en digitales. Pero la fuerza y la influencia de un buen maestro siempre marcará la diferencia: el que es capaz de colgar la mochila de un desaliento justificado junto a las mochilas de los alumnos y, ya liberado de peso, asume de buen humor que no será recordado por lo que le toca enseñar, sino por lo que
aprenderán de él.

Carles Capdevila / Periodista.

lunes, 21 de mayo de 2012

RESISTIRÉ...


A mi hija de 9 años el otro día, le pidieron una redacción sobre cómo sería su escuela ideal, qué cambiaría y qué dejaría. Aparte de dos o tres cosillas propias de su edad, recalcó, como final de la misma, que a ella lo que le gustaba de su escuela, es, que era pública. Y yo lo comparto y lo celebro con ella y con todos vosotros.




domingo, 20 de mayo de 2012

jueves, 17 de mayo de 2012

AYER SOÑÉ QUE PODÍA Y HOY PUEDO..


Es uno de los regalos que nos dejó Facundo Cabral y, acabo de decidir que será el poema que leeré mañana, lo cambio por otro que decía:"mujer de mi mala suerte" (porque... yo me digo, cómo voy a recitar un poema así? yo? mala suerte? dónde? cuándo? por qué?...como que no!). Os lo transcribo

AYER SOÑÉ QUE PODÍA Y HOY PUEDO.


Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro) encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra.

Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.

Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias..

Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una  buena noticia porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.

Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.

Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón.

Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.

De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo le puedes decir basta a la mujer que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía.

Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna hasta los últimos rincones del mundo donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que  abarcará el planeta.

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.

Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.

Vive de instante en instante porque eso es la vida.

Me costó 57 años llegar hasta aquí, cómo no gozar y respetar este momento?

Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere.

Y si la historia es tan simple, porqué te preocupas tanto?

No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra.

En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno.

Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.

Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas no puedo ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.

Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.

Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.

El bien y el mal viven dentro tuyo, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.

Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.

No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.

Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida.

Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente...


lunes, 14 de mayo de 2012

HABLANDO DE LA VIDA...Facundo Cabral


Este viernes 18 de mayo de 2012, a las 20:30 horas
HABLANDO DE LA VIDA (Recordando a Facundo Cabral)
Teatro Riera, Villaviciosa.
Compañía "LA BARRACA"

Una cita necesaria, urgente, para reconciliarnos con lo verdaderamente importante, para no dejarnos arrastrar por el desenfrenado mundo que hemos creado a fin de encontrarle otro sentido. Necesario para ser conscientes de cada respiración, de cada lágrima vertida, de la esperanza que se esconde tras un gesto de ternura, de la aceptación de la muerte amiga que completa nuestro ciclo biológico, de la propia trascendencia en el amor… 




Y NOS VAMOS DE VIAJE:

Prepárense que vamos a partir. Este es el tren de la muerte que pasa por la vida.

Vamos a despertar la canción del presente para no perder el tren de la eternidad.

Este es el viaje más terrible, más maravilloso, más delicioso, más absurdo y el más alucinante.

A la izquierda los revolucionarios, a la derecha los reaccionarios y en el medio...en el medio los hombres, los hombres que deciden su vida, osea unos pocos, tres o cuatro, no más.

Por mi abuela comencé a leer la Biblia a la altura de la Magdalena. Solía decir: "decirle que no a una propuesta de amor es decirle que no al mismísimo dios de los cielos que es el mismísimo amor y yo soy una mujer creyente y respetuosa del señor."
Mi abuela pensaba que hacer el amor alargaba la vida. Por eso le llamaba la atención que Borges haya vivido tantos años






domingo, 6 de mayo de 2012

Gracias mamá




Mi mamá no se merece que la felicite el día el la madre.
Se merece que la felicite los 365 días del año.

miércoles, 2 de mayo de 2012

CARIRI...




Podrá pareceros presuntuoso crear una entrada con mi nombre, pero, la verdad, no es para menos. Y es que yo pensaba que únicamente mi persona respondía a ese nombre,  pero he descubierto que Cariri es una microregión de Brasil, llena de color y de alegre música...vamos, que se dice que el nombre hace a la persona (por supuesto discutible, me da igual) siempre lo he llevado con orgullo, colorista, cantarín, vivaz y viajero...