LA otra CENICIENTA....

Soy una quijota que aprendió
 en las batallas de la vida que si  
las victorias son un espejismo
también lo son las derrotas. (Gioconda Belli)

Tengo en mi mesa del salón un libro que ya forma parte de la decoración. No puedo ni quiero guardarlo en la estantería, de vez en cuando me pide que lo abra y que recuerde que no estoy sola. El miedo a la soledad no me viene de estar sola sino de no quererme a todas horas. Es un cuento, pero un cuento lleno de verdades, ahí reside su adicción. Un libro que es como una llave o como una sierra dentada o como un barco de vela (cómo me gusta esta imagen de un velero recorriendo los mares...). Una heroína que ha ido pegando brincos, saltando sin red y diciendo "basta", dejando salir a su hada íntima y regordeta, pregonando verdades como puños. Es un baile libre y un canto al amor,pero no al amor dependiente y posesivo que nos han enseñado, sino al verdadero, basado en EL PLACER Y LA LIBERTAD: LA CENICIENTA que no quería comer perdices.