Es una lección bonita. Me encantaría habértela enseñado o
enseñártela yo misma (porque eso significaría que yo la tendría aprendida y,
así, también es más fácil que te llegue a ti). Pero si aún no lo he logrado,
yo, voy a poner todo lo que está en mi mano para que así sea. De momento te lo
envío como un regalo precioso. Cuídalo. Escúchalo de vez en cuando. Quizá
ahorita no te llegue todo el mensaje, pero quizá algún día necesites oirlo de
nuevo. Pues, eso, tenlo guardado en tu corazón para escucharlo de nuevo y
recordártelo. Yo por mi parte pienso ponerme ya mismo a trabajar en ello.
En estos momentos difíciles en los que vuestro amor es lo
que me hace seguir adelante y me da fuerzas.
Te quiero mi niña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario