lunes, 3 de agosto de 2009

DULCE CHACON:

Dulce Chacón........



........" la voz ha de ser un instrumento de reconciliación y no un arma arrojadiza contra el otro".




Nace en Zafra (Badajoz) en 1954 y aunque a la corta edad de once años muere su padre, ha sido tiempo suficiente para inocular en su hija la pasión que sentía por la poesía.
Desde muy joven empieza a escribir poesía, novela y teatro aunque no es hasta 1992 cuando publica su primer libro de poemas, género en el que confiesa sentirse más cómoda... “porque la capacidad de sugerencia de la poesía es superior a todo lo demás”.
Socialmente comprometida con lo que acontece en su entorno, forma parte de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género, tema que aborda en su primera novela que lleva por título “Algún amor que no mate”.
También contribuye con la fuerza de su única arma, es decir, su palabra, con la Plataforma “Cultura contra la guerra” en la actividad pacifista que este colectivo despliega frente a la guerra de Irak.
Cuando se había hecho un hueco entre las grandes y gozaba de un merecido reconocimiento y prestigio por su obra y por su compromiso, un cáncer le arrebata la vida a la edad de cuarenta y nueve años un frío día de diciembre de dos mil tres.


He leído varias entrevistas a esta fabulosa mujer y me quedo con esto:


-¿Produce resquemor hablar de la guerra civil con la gente?




-Yo pienso que sí hay un conflicto. Hablar todavía del conflicto es revivirlo, y existe ese resquemor quizá porque se ha hablado poco de él. Es necesario hablar más y contar más, para que
la voz sea un instrumento de reconciliación y no un arma arrojadiza contra el otro. La reconciliación real todavía no ha llegado, porque aún no se ha producido esa conversación. Hemos oído la versión de los vencedores, ahora tenemos que oír a los vencidos.

.


LA CONSTRUCCION DE UN SUEÑO:

Siempre hay tiempo para un sueño.
Siempre es tiempo de dejarse llevar por una pasión
que nos arrastre hacia el deseo.


Siempre es posible encontrar la fuerza necesaria
para alzar el vuelo y dirigirse hacia lo alto.


Y es allí, y solo allí, en la altura,
donde podemos desplegar nuestras alas en toda su extensión.


Solo allí, en lo más alto de nosotros mismos,
en lo más profundo de nuestras inquietudes,
podremos separar los brazos,
y volar.

EL CUADRADO

La renuncia es una forma de morir.
poco a poco limitamos el espacio
y nos vamos haciendo más pequeños.
Entonces:

la posibilidad no amplía las metas,
queda al otro lado de la pared
y la empuja hacia nosotros.

Para verla de lejos
caminamos hacia atrás,
donde ya hemos dejado la parte.
Y tropezamos
con las decisiones que nunca
hemos tomado,
aquellas que hacen el pasado
insoportable.

El pasado es un lugar,
acomodarse
es otra forma de morir.







2 comentarios:

  1. Leyendo el primer poema recuerdo:

    "Nunca acaba de irse esta orgullosa tristeza llamada deseo" (PATTI SMITH)

    El segundo me sugiere unas palabras de WYSTAN H. AUDEN en La mano del tintorero:

    "Somos criaturas forjadoras de historias que no podemos repetir, ni dejar atras".

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  2. Sí,las llevamos con nosotros, nos modelan, somos lo vivido y lo que perdemos en el camino.
    Gracias por sugerirme nuevos poetas, nuevas visiones y por tus comentarios.

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